Dislexia y música, una promesa de progreso.
Dislexia y música: la música favorece el desarrollo cerebral de los niños. Frecuentemente, leemos que los niños músicos están aventajados en el aprendizaje de idiomas o en matemáticas.
¿ Y si la música permitiese mejorar los resultados de niños con dificultades de aprendizaje?
Varios estudios* parecen confirmar que la práctica regular de una actividad musical puede ayudar a los jóvenes disléxicos a mejorar su desempeño. Estos estudios indican que la práctica de música contribuye a reducir de forma sustancial sus dificultades de aprendizaje, incluso a resolverlas. Constituyen nuevas pistas para explotar como complemento de terapias de ortofonía y una nueva esperanza para los niños que padecen este trastorno.
Unos estudios anteriores demostraron que las zonas del cerebro solicitadas para tocar música son las mismas que las que permiten distinguir los sonidos.
Música y dislexia, estudio del INSERM
El INSERM* llevó a cabo un estudio con la finalidad de evaluar los beneficios de la práctica musical en niños disléxicos. Se desarrolló de la forma siguiente. Unos niños con trastornos de aprendizaje fueron seleccionados y repartidos en dos grupos.
En el primer grupo, los niños practican música, cuando en el segundo, artes plásticas. Este segundo grupo está presente con la finalidad de eliminar la hipotesis que los niños progresan por practicar una actividad nueva o debido a la madurez adquirida durante el estudio. Con dos sesiones semanales, música y artes plásticas se enseñan de forma colectiva, durante unos seis meses. Los miembros de ambos grupos siguen igualmente una terapia de ortofonía.
Unos resultados concluyentes
Al transcurrir seis meses, los investigadores proponen a todos los niños la lectura del mismo texto y constatan que el 60% de los niños que tuvieron la actividad musical mejoraron su nivel de lectura “al punto de salir de los criterios de diagnóstico de dislexia ».
Los niños que siguieron las clases de artes plásticas obtuvieron resultados francamente inferiores: solo el 28% de estos niños pasan la prueba de lectura. Se les sometió entonces un segundo texto. En esta ocasión, el texto propuesto se compone de palabras « inventadas » con la finalidad de evaluar sus capacidades para descifrar las palabras. En este caso, los niños que hayan practicado música son exitosos en el 73% de los casos contra un 36% de artes plásticas.
Los resultados son netos : la práctica musical es muy eficaz ya que los niños que tomaron clases de música obtienen resultados muy superiores a los que tomaron artes plásticas. Los investigadores afirman que existe una verdadera transferencia de competencias en el cerebro.
Según sus afirmaciones, el conseguir una mejor aprensión del rítmo permite mejorar la distincción de sonidos y de leer de forma acertada. Además, los investigadores indican que los niños que no obtuvieron resultados significativos al terminar los seis meses de prueba probablemente podrían progresar en una duración más larga. Nuevos estudios se deberán llevar a cabo para determinar si las actividades musicales pueden ayudar una mayor proporción de niños disléxicos en caso de practicar a mediano o largo plazo.
Los investigadores indican sin embargo que a pesar de estos resultados muy alentadores, es indispensable seguir también una terapia de ortofonía.
* http://www.inserm.fr/actualites/rubriques/actualites-recherche/corriger-la-dyslexie-en-rythme
http://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0075876 (article en anglais)
*INSERM, Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica, Francia.
Brenda Luisa Bea Zamorano
Es editora, traductora y correctora de Ad Libitum.
Sujeto a Copyright ©
Derecho exclusivo de autor y Ad Libitum Music.