La amistas es la mayor expresión del arte.
El último concierto, drama y música, película del 2012.
Año: 2012
País: Estados Unidos.
Título original: The late quartet.
Género: Drama, música.
Duración: 105 mn
Director: Yaron Zilberman
Actores: Catherine Keener, Christopher Walken, Philip Seymour Hoffman…
El último concierto, sinopsis
Tras 25 años cosechando éxitos, gozar de fama mundial y en plena preparación de un concierto para celebrar su cuarto de siglo profesional, el futuro de un cuarteto de cuerda de Nueva York recibe un duro golpe que puede poner en entredicho su supervivencia. El violonchelista de la formación está padeciendo los primeros síntomas del Párkinson, una enfermedad que en poco tiempo pondrá fin a su carrera como intérprete. La incertidumbre sobre su futuro se apoderará del cuarteto, dando rienda suelta a emociones reprimidas, egoísmos y reproches que pondrán en entredicho años de amistad y colaboración profesional.
El último concierto, cortos
El último concierto, críticas
Accioncine 4/5
Al final es una película sobre los lazos que nos unen, muy bien hilvanada y construida. Sorprende que, al tratarse de músicos, la película tenga una banda sonora tan sutil o ausente. Aunque algunos temas, como la infidelidad, la enfermedad, el fracaso… no cuenten nada nuevo. Pero los actores… esos actores con una sola mirada te levantan toda la película.
Antepenultimomohicano 2/5
Zilberman no consigue fundir el sustrato —guión, verso libre— con el ritmo —montaje, métrica—. Al salto en pantalla (corte que te golpea de forma abrupta por una sucesión equívoca de planos) hemos de sumarle una más que irrisoria planificación, materializando así en este producto visualmente deficitario pero con sólidas interpretaciones. Catherine Keener es la elegancia por generación espontánea: mientras se mueve en cuadro, se entienden los fraseos del violín. Incluso Seymour Hoffman se muestra —brevemente— disminuido ante semejante presencia, cuya mirada habla por sí sola. Y con todo, elevándose a regañadientes, surge la víctima del tiempo. La arena del reloj en los zapatos de un septuagenario con percha de deprimido crónico, esto es, un cadáver viviente que se resigna a su extinción.